Si ésto es lo que estáis buscando, os traigo el ejemplo perfecto: una decoración neutra transformada en fresca y luminosa con sólo un par de trucos.
Si tenéis una base de color blanca o de cualquier tono neutro, no os va a costar nada conseguir un efecto similar al de este hogar de forma sencilla y sin perder la esencia de la casa.
Primero: escoger un par de colores luminosos y que nos evoquen las buenas temperaturas; en este caso son amarillo y azul. Lo interesante es que han utilizado varias tonalidades de éstos, sin miedo a las mezclas. Por ejemplo, el amarillo va desde el mostaza al dorado y queda perfecto, aporta más vitalidad a esta zona de comedor.
En segundo lugar, mediante pequeños elementos como libros y taburetes en este caso, podremos utilizar todos los colores del mundo que se nos antojen. Y es que si el objeto en el que lo aplicamos es pequeño, ni se nota que ese color esta ahí, ya que no tiene protagonismo, pero aún así aporta luz y frescura, justo lo que estamos buscando ;)
Imágenes vía Planete Deco.
Ya veis con que dos truquillos tan sencillos podemos hacer que el buen tiempo entre en nuestra casa. ¿Os animáis a ponerlos en práctica?
Por cierto, el resto de la casa irá en otro post, este ya se hacía un poco largo; os prometo que baño y cocina son impresionantes.
¡Felices días festivos!
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Me encantan los comentarios y opiniones de quienes visitáis el blog.
Así que no seáis tímidos. ¡Comentad! :D