Un viaje lleno de risas y de lugares para recordar.
Imprescindible: comer patatas fritas, hincharse a bombones y a goffres, probar unas cuantas cervezas y alquilar una bici.
Damme: mini, mini pueblecito ideal para comprar unos quesos, tomar una cerveza tranquilamente, sacar fotos...
Damme: mini, mini pueblecito ideal para comprar unos quesos, tomar una cerveza tranquilamente, sacar fotos...
Brujas: de las ciudades más románticas por las que he paseado. Todo es 100% fotografiable.
Por cierto, si os encontráis con la furgoneta de la imagen, corred hacia ella y comprad un goffre, ¡son los más ricos que comí en toda Bélgica!
Gante: visitarla fue una decisión de último momento y acertamos. De las ciudades que más nos gustó a los tres.
Bicis, ambiente universitario y Erasmus a más no poder.
Bruselas: la capital. Nuestra primera visita: la estatua de Van Damme en su antiguo barrio, soy fan desde que tengo uso de razón (mil gracias otra vez por acompañarme sin poner pegas).
Millones de cosas para ver y una pena no haber tenido más tiempo para disfrutar un poco más de Sablón, un barrio con muy buen ambiente.
Imprescindible visitar el Delirium y dejarse media vida decidiendo entre su carta de más de 3.000 cervezas.
Qué buena pinta tiene! Con lo que me gusta a mí moverme por el mundo y las ganas de vacaciones que hay ya... Me lo apunto!
ResponderEliminarQué bonito todo! Qué ganas tenemos de conocer la ciudad, una fotos encantadoras. Un beso!
ResponderEliminarSe ve precioso todo y qué buenas recomendaciones culinarias, gracias por compartir la info!!
ResponderEliminarBss
Conozco Bruxelas, pero me falta el resto. Un país con mucho encanto. besos
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